16 de diciembre de 2016

Blanco al otro lado del río oscuro


Blanco como la niebla blanca,
gélido y silencioso,
de ancas húmedas como el vaho del río
que surgía de la nada.
Su mirada inmóvil se adueñó del aire y por unos instantes mi mano acarició sus crines en la distancia, y sus ojos de caramelo me rozaron el alma.

El agua no cesaba, humeante, como un espejo traicionero que devuelve un reflejo que ya no existe.
Sobre el colchón frío de bosque se detuvo el tiempo
para contar historias que no existen,
para imaginar el hueco que se abre entre los árboles y su sombra pasajera,
entre las aguas que se rifan la orilla.

Él cabalga sin moverse, sintiendo el ánsia vibrar por sus venas
tal vez esperando que el calor se agolpe en el costado para saltar
fuera de la cerca y romper la cuerda que lo une a la tierra.

Y vuelve a mí una y otra vez, en blanco cada noche,
la oscuridad se apacigua con su manto de nube
espesa y leve,
que me destapa y me cubre
los latidos al galope.


AjC



13 de noviembre de 2016

El grito de la iguana



La montaña habla y lanza vocablos en llamas
que queman el silencio de la mañana
el humo cálido oscila
entre los arbustos,
encinas,
álamos cautivos de esta sierra,
soñadores del agua.

AjC

8 de noviembre de 2016

Instante instantaneo



Una esquina del tiempo
en la que el aire se detiene
ni silencio se escucha y,
ondulante, un haz de luz juega contigo.

Estás paralizado en ese instante irreal
que tiene la fuerza de absorberte
aún sabiendo que
en cuanto seas consciente de su belleza,
se evaporará.




5 de noviembre de 2016

Hoy es el mañana de ayer

Hoy es el mañana de ayer,
la continuación del punto y final,
mi yo en otra piel
bañada por las aguas de un nuevo río.


Pero dentro de mi ventana el paisaje sufre
igual,
el tiempo no lo libera
del ayer ni el mañana.

Este viento desnuda esquinas,
árboles,
corazones.
Vacía las mentes y arrolla los pensamientos, como papel.


Cada hoja que cae es la promesa de la siguiente.

AjC


31 de octubre de 2016

Haz y Envés

Haz

Mi cerebro tiene una visión.
Un ojo que se adentra por una ventana.
Un marco que encierra el espacio y comprime el tiempo.
Mi mente saborea la oscuridad en la que se fragua la luz antes de ser luz.
Una eternidad efímera y frágil que se reune en un sólo punto imaginario.
Esa visión es la esencia de mi universo.
El ojo, el reflejo de mí misma.





                                                  



 Envés

Mi cerebro tiene una visión.
Un ojo que se asoma a una ventana.
Un marco que libera el espacio y desata el tiempo.
Mi mente saborea la luz en la que se fragua la sombra antes de ser oscuridad.
Un instante eterno y frágil que explosiona en un un sólo punto imaginario.
Esa visión es la esencia de mi universo.
El ojo, el reflejo de mí misma.




AjC

30 de octubre de 2016

Brazos dormidos que esperan


Un segundo que dura un minuto,
una hora de sesenta segundos,
la historia nos persigue en el espacio cóncavo de nuestra mano
que se voltea con el pensamiento
convirtiéndose en una maraña dorada,
tejida con ese tiempo que no existe,
entre los brazos dormidos que te esperan.

AjC

29 de octubre de 2016

Mi universo paralelo



El mundo se revela cuando mi ojo mira,
cuando mi corazón siente todo aquello que no puedo ver
y esa música oculta se revela diáfana aun en plena oscuridad.

Es un universo paralelo que vibra
sólo si lo sientes con todo tu cuerpo
al unísono,
nube y pestaña,

piel y montaña.

La soledad de mi imagen,
la música de mi vida.



AjC



28 de octubre de 2016

Corazón ausente


He dejado de escucharme el corazón,
supongo que sigue lento
como las estaciones que pasan
sin comienzo ni final
serpenteando sinuosas entre los calendarios
antes de evaporarse en la piel de cada árbol de mi bosque.

Imagino que su música no cesa,
que amanece suave y cantarín
y se despereza con un alba
de tinte rojizo
y nudo gris.

No bate ni late
no respira ni suspira.


No lo escucho hace tiempo,
pero sé que sigue ahí adentro
porque su hueco aún ocupa todo mi pecho.

AjC




24 de octubre de 2016

La mirada hacia atrás


Ese pasado ya es una telaraña rota,
una red inventada que ahora deja pasar el aire,
mi respiración,
y se hace ventana
de par en par abierta,
desgarrada.

AjC

19 de octubre de 2016

La ola oscura



Se acercó como la espuma de una ola infinita
atragantada de sonidos y giros de luz,
salvaje y atronadora,
rompiente en la misma base de las alas
que apenas pudieron ni intuir
aquella marea antes de quebrarse.

Mi nave se aferró a la roca,
más dura que mi cuerpo,
más blanda que mi espíritu.

AjC

18 de octubre de 2016

El inmenso añil





La mañana llegaba, yo ya la esperaba desde la noche.
Desnuda apareció en un rincón del horizonte,
oliendo a humo celeste y rocío,
con cara transparente.

Lanzando miradas hasta que me atrapó,
bajando hacia la esfera mullida
columpiándose en mi pupila.

El añil la atrae y ella apunta hacia el centro inmenso, oscuro, certera.

AjC


16 de octubre de 2016

Interrogando al viento


Sólo hay una respuesta correcta
a las miles de preguntas
que me formula el viento
cuando me acaricia.
Una sola, escurridiza,
que se desvanece con solo
conjugar en mi boca
una interrogación,
en mi mente un deseo.

Letras frágiles que no significan nada,
incógnitas que lo arañan todo
a su paso,
de norte a sur...
con el viento.


AjC

14 de octubre de 2016

Caricias por dentro


Miraba
intentando traspasar la materia
para llegar al otro lado,
para dar el salto
hacia lo desconocido
en un viaje chispeante
de luz y sombra.
La luz es una barrera,
una cortina que se mece al mirarla,
que descubre y oculta,
tan real como intangible,
te toca y
te acaricia por dentro.

AjC


13 de octubre de 2016

Palabras a la deriva


Son sólo palabras
atrapadas entre los dientes
mordidas,
paladeadas,
rumiadas con la voz
de mi estómago,
dichas con el ojo que te siente,
calladas con el ojo que te mira...
perdidas.

AjC


11 de octubre de 2016

Tiempo desprendido




Qué más da
si el tiempo se desprende de nosotros
o si lo olvidamos
poco a poco
antes dejarnos llevar.

Somos antes, después, mientras, siempre, talvez, o nunca

AjC

10 de octubre de 2016

Pentagrama de silencios




Una vez hubo una red que mantenía el mundo atrapado al otro lado.
El viento la traspasaba, y el sol de la mañana.
El canto del grillo tejía la madrugada entre sus vacíos.
Y ella temblaba con rubor ante la tormenta lejana, el aguacero o el llanto, igual daba.
Sostenía el mundo atrapándolo entre sus manos
Los silencios de la red lo liberaban.

El mundo es dentro y fuera.

La red ayer fue ceguera, hoy pentagrama.

AjC

7 de octubre de 2016

La voz oculta



Tu nombre está
en mi mente,
no en la boca de quien te llama.
Mi nombre está en tu corazón
no en la boca de quien me nombra.
AjC

5 de octubre de 2016

Little Big Bang


Las imágenes que nos habitan son una humareda que indica dónde está el fuego de nuestra imaginación o quizá sólo nublen o enmascaren el sentido de la realidad, quién sabe si, ambas cosas o ninguna. La parcialidad de nuestra visión y el tinte de nuestros pensamientos sólo empañan el cristal de un mundo ficticio, de un trocito de vida concentrado en unos años, acotado por unas paredes, unos caminos, unos árboles, unas nubes viajeras...

Cada respiración acumula mundo en nuestros pequeños pulmones que, saturados de agua, luz y sentimiento nos llevan a la ilusión de creer que en cualquier momento estallaremos, en un big bang de color y tiempo.

AjC

4 de octubre de 2016

Piel de verdor



No es frontera sino horizonte,
piel de verdor
matutino
oculta y cantarina
criatura de la noche,
vibra en la sombra
y duerme al calor de mi mano.

Y al leve roce sientes
que siente.

AjC

2 de octubre de 2016

El ovillo cósmico


 Creo que existe esa íntima conexión
única,
etérea,
dorada y mágica
entre el Universo y nuestro interior.
Una especie de hilo invisible
que gira en torno a una madeja
de color verde unívoco,
de rojo de latido,
de ambar primigenio,
un ovillo que nos envuelve a la vez que tira de nosotros
hacia el centro de la tierra,
directo al alma misma de la galaxia,
cuyas fibras son árboles que, impasibles,
esperan nuestra mirada,
el abrazo de corazón a corazón.

AjC



30 de septiembre de 2016

La mirada muda






Una mirada es un instante de mi memoria vital
que mi mano repuebla
y mi corazón guía.
Un ojo de cíclope que todo lo distingue en la noche
y de día duerme,
agotado y silente.


Nunca habla, pero lo dice todo.
No permite el sufrimiento pero el dolor lo busca, recurrente,
hasta que el ojo parpadea y el mundo se mueve
y respira. Y el dolor se apaga, como el sol en el ocaso.

Es su brevedad la que fustiga al tiempo
en la mano. En la mirada. En la memoria.

AjC


29 de septiembre de 2016

Dilección


Amor sincero en volandas del tiempo, me trae y me lleva en su vuelo.
No cesa ni en la calma, no se acaba ni en el final.
Su destino es mi horizonte y crece enredado en las paredes de mi mente, en los anillos de sus raíces me retiene, presa sin castigo, cautiva de libertad.

AjC

Metamorfosis







Ese fino zumbido, por todos lados y que no llego a ubicar, pues parece que la habitación entera emitiera un silbido de alerta, quizá de auxilio ante mi marcha, como si no quisiera volver a quedarse sola consigo misma.
Cuando se calla, vuelve cobarde y bravucón el silencio. Ese que no deja ni escuchar los propios pensamientos porque arrasa con todo, ocupa hasta los más pequeños resquicios de la pared, de los marcos de puertas y ventanas, de la tapicería y las mantas que aún cubren los muebles. Es un silencio espeso que huele a cal húmeda y telaraña, a suelo triste y techo olvidado.

Hace horas que la tarde se viste como noche cerrada, apenas un puñado de días de otoño y ya parece que se acerca el invierno.  La luz se cansa y huye rápida dejando estelas de colores rojizos y lilas que se lleva el viento sin preguntar y sin explicar hacia dónde.
Esa luz dorada barniza las altas copas de álamos y alcornoques, de encimas y nogales junto a la carretera, imitando a las hojas que ya van dejando escapar la vida, con pereza pero sin pausa. El desfile de verdes es infinito, una marcha andante que ya no tiene presente.

Y yo, me resisto a cerrar los ojos, porque tal vez así queden más tiempo en mi retina, en mi cabeza, convirtiéndose en recuerdos frescos y vivos antes incluso de abandonar la casa.

Ya no se escucha el silbido del insecto, ni la hora suena, ni mi corazón siento.








 Ha quedado como un eco el recuerdo de mis pisadas en las losetas bailarinas, el grito ahogado del autillo en la noche y la luz que avasallaba la salita cada mañana.


Cada hoja ahora es un reflejo de lo que fue y el bosque entero se envolverá en una crisálida de viento y horas lentas hasta completar su entera metamorfosis.
El otoño se irá agolpando en el camino, donde los pasos ya no son más que fantasmas de pies mullidos y húmedos.

Si, el verde permanece en mi cabeza porque nunca salió de ella, el árbol que me crece dentro no conoce más estaciones que las del verano de mi corazón y el invierno de tu distancia.

La casa espera que el aire de la ventana la vuelva a tocar suavemente, que la puerta chirríe otra vez para sentirse viva ...  Y mientras las arañas ocupan de nuevo su espacio ella se deja encandilar por el silencio dormido y el deseo latente en su alma de madera.
 



AjC

17 de septiembre de 2016

Dolor ambarino


Es imposible que la hoja no sienta
pararse el verde de sus venas
hasta quedar opaco y atrapado,
un dolor de color ambarino
una metamorfosis híbrida
de luz y tiempo,
marcada por el compás de los recuerdos que van cayendo.

AjC

16 de septiembre de 2016

Tiempo arrebatado




Tal vez somos motas de polvo
en un espacio infinito,
en donde el tiempo nos hace girar sobre nosotros mismos sin sentido,
sin retorno,
para convertirnos en una mota de polvo diferente
que gira en el mismo espacio,
en un tiempo arrebatado al universo.

  
AjC           

15 de septiembre de 2016

Vaivén de sueños























Hojarasca arisca
retoza trazo a trazo
el claro de bosque
con el latido de furia
que roza el otoño.
                                     Y apenas si revuelan el en torbellino, cae la tarde y la luz se opaca, y la sombra las engulle, y la noche las arrulla.

Duermen, sueñan como lanzas en la oscuridad,
como dardos certeros en la diana de mi pensamiento.

AjC


14 de septiembre de 2016

Existencia


Una flor no existe
porque alguien descubra su aroma,
ni la luz la envuelva,
porque una mano la hiera
o el insecto la acaricie.

No nace porque alguien la cultive
ni una mente la imagine,
no por ser un sueño,
no por ser una realidad,
no es la extensión de una rama
ni el fruto de una idea o una ilusión.

Existe simplemente porque es.

Y en ese universo todo lo demás deja de existir.


AjC

13 de septiembre de 2016

Raíces en el pecho



Nos alimenta la misma raíz
hundida en la tierra
de sol a sol
materna y cautiva,
esa escalera que desciende hasta lo profundo
oscuro y cálido,
del manto primigenio.

Soy la raíz que se eleva por encima y vuelve como lanza a hundierse en el pecho.

AjC


12 de septiembre de 2016

La sombra a mis pies


Si siento mis pies es porque camino,
el polvo árido que forma ya mi piel
como corteza 
que baña la lluvia de cada invierno
y aja el sol 
que no descansa.

Si veo mi sombra cuando me detengo
es que sigo en pie,
que no he caído 
presa del desaliento
que como torbellino nos arrastra
hacia la orilla,
hacia lo oscuro,
hacia la nada.

11 de septiembre de 2016

La desnudez de la nube


La desnudez de la nube
viste el resplandor que asoma
tras su piel esquiva
de mariposa
efímera.

Se alarga la hora que todo lo descubre
dejando limpio el borde de la mañana,
y mi mano,
que tira de mí para abrirme en canal,
suave y fría, como el agua que no se detiene.


10 de septiembre de 2016

La habitación del alma


La habitación del alma tiene un resquicio por donde
el mundo entra a raudales.
En verde, sobre todo en verde,
ese color que me corre por las venas,
a veces enmascarado por el rojo del mar
y el amarillo ceniza de los recuerdos.


Sin preguntas ni respuestas


El cauce acoge el torbellino
en su regazo 
como si fuera un remanso,
sin preguntas ni respuestas.

El río es tiempo aunque su agua no tiene presente, movimiento lineal que une pasado y futuro, en una ecuación sinuosa, indómita, dispuesta en cada gota a desafiar el universo.

9 de septiembre de 2016

Escapa el Tiempo convertido en vapor de Luz.


Abuso de la Luz
porque el Tiempo se detine,
porque Ella lo desarma
y su huella deja de ser cicatriz.

Escapa el Tiempo convertido en vapor de Luz.