El tiempo no está compuesto de segundos, sino de corpúsculos de luz que atrapan los instantes y los hacen visibles, "sentibles", fijándolos así a lo más profundo, para formar parte de nuestra propia estructura.
30 de octubre de 2016
Brazos dormidos que esperan
Un segundo que dura un minuto,
una hora de sesenta segundos,
la historia nos persigue en el espacio cóncavo de nuestra mano
que se voltea con el pensamiento
convirtiéndose en una maraña dorada,
tejida con ese tiempo que no existe,
entre los brazos dormidos que te esperan.
AjC
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